Si pudieras enfocarte más en lo positivo y en lo que sí puedes hacer ¿lo harías? Hoy quiero darte una buena razón para hacerlo y ¡AVISO! me voy a poner en plan dura y dramática para darte luego una solución, ¿te atreves?
Cuántas veces no has pensado eso de ‘ojalá tuviera más tiempo para mi peque’, ‘trabajo demasiado’ o ‘me estoy perdiendo tantas cosas…’ Pues toma, sin previo aviso ¡aquí lo tienes! Una semanita ya de confinamiento por el COVID-19 y estamos que nos tiramos de los pelos y con el ‘que se termine esto ya’, ‘no le pagamos suficiente a los profesores’ o ‘quiero trabajar con normalidad’. AH! y me dejaba una muy importante ‘ahora estaría…’
Y así sucesivamente con las circunstancias que se te presentan, ¿a qué te suena todo esto? A mi a un serie de catastróficas desdichas y un resultado muy desadaptativo, algo como:
Quejas y quejas constantes + estrés + ansiedad + desesperación + quejas y quejas de nuevo – nada de acción = Capacidad de adaptación nula o escasa con la que nos fijamos solo en lo negativo o en aquello que no podemos hacer.
Y lo peor de todo ¿sabes qué es? que sin saberlo, estas enseñándole a tu peque esa manera de afrontar las situaciones y la vida. Puede que no hables directamente con él de todo esto, pero te escucha, constantemente y sin que te des cuenta. Se llama aprendizaje vicario o por observación. Cuando dices eso de ‘es que se parece a su…’, ‘igual de cabezota que su…’ No es que haya un gen que te haga ser igual que tu madre o tu padre o incluso tus abuelos, si no que aprendes lo que ves y oyes constantemente y al final lo adhieres a tu forma de ser.
¿Lo habías pensado así alguna vez? suena fatal todo ¿verdad?, pero tranquilo y tranquila hay solución. Nuestro magnífico cerebrito esta preparado para ver más y mejor lo negativo y peligroso por una simple razón de subsistencia y evolución, pero entrenándolo y esforzándote solo un poco la cosa puede ser diferente.
Y para nada es tarde, además ahora tienes una buena razón para empezar a ver las cosas de color gris o incluso blancas y nítidas. Esta cuarentena ya ha despertado el lado creativo y positivo de muchas personas y tu serás una de ellas en breve.
Tus pensamientos o diálogos internos son la clave. Si la situación es la que es y, de momento, lo que mejor puedes hacer es quedarte en casa y salir lo justo y necesario, intenta:
- solo mantenerte informado de lo necesario y con fuentes fiables
- y a partir de ahí, pon el foco en lo que importa, en QUÉ PUEDES HACER AHORA, contigo misma o contigo mismo, con tus peques y con tu pareja.
- disfruta de los momentos, como si pudieras saborearlos.
- planifica un horario para poder tener una buena visión del día y tomar las menos decisiones posibles,
- fíjate en aquellas cosas que estas pudiendo hacer como levantarte sin apenas prisas, desayunos en familia, preparar comidas reales, poder sentarte en el sofá un rato, etc.
- si entras en el bucle de pensamientos negativos intenta entretenerte haciendo algo que pare ese circulo vicioso.
- céntrate en las posibles alternativas de solución de aquello que te preocupe
- intenta no anticipar demasiado y céntrate en aquello que sí puedes hacer ahora
- ante alguna rabieta de tu peque, intenta empatizar con su situación (necesitan desgastar mucha energía y las paredes de casa se lo impiden), se flexible y deja que exteriorice su enfado y frustración.
¿Qué aprendizaje puede sacar tu peque a través de ti y de la situación?
- Capacidad de adaptación ante los cambios e imprevistos
- una buena gestión de emociones desagradables
- positivismo realista
- creatividad y capacidad de ver oportunidad ante los cambios
- y resiliencia
Un simple cambio de actitud puede generar un efecto mariposa alucinante y tu tienes el poder de decidir cómo quieres afrontar las circunstancia.
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